Con tan solo 22 años, Yoel Rodríguez Flores, originario de Tegucigalpa, Honduras, ha logrado combinar dos mundos que pocos se atreven a explorar al mismo tiempo: el derecho y el periodismo. Actualmente cursa su tercer año en la carrera de Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, luego de haber iniciado su camino profesional en el mundo del periodismo, una vocación que descubrió por accidente, pero que hoy le permite contar historias con pasión y autenticidad.
Su primera experiencia laboral fue en el reconocido medio HCH, donde formó parte del equipo de redes sociales, específicamente en el área de entretenimiento. Aunque tímido en sus inicios, esa etapa fue clave para ayudarle a desenvolverse frente a las cámaras y vencer su miedo al público. Desde entonces, ha mantenido su crecimiento profesional en medios, aunque actualmente prefiere mantener en reserva el nombre del lugar donde labora.
Amante del volleyball y de los momentos en familia o con amigos, Yoel también se describe como una persona creativa, dedicada y versátil, cualidades que se reflejan en cada paso que da. Su plato favorito es el Fetuccini Alfredo, un gusto peculiar considerando que no disfruta del spaguetti. En cuanto a destinos dentro de Honduras, Santa Rosa de Copán ocupa un lugar especial en su corazón por la paz que le transmite.
Pese a estar 100% soltero, no descarta el amor: sueña con casarse, tiene todo planeado para ese gran día, e incluso ya pensó en el nombre de su futuro hijo: Harry. Sin embargo, por ahora prefiere enfocarse en sus metas personales y profesionales, como llevar una vida más saludable, viajar al extranjero, obtener una maestría, y formar una familia en el futuro.
Yoel no solo ha colaborado con distintas marcas a través de las redes sociales, sino que también ha ganado reconocimiento como creador de contenido. Confiesa que el equilibrio entre la vida académica, laboral y personal no es sencillo, pero su disciplina y amor por lo que hace lo mantienen firme: “Nada en esta vida es fácil, y para lograr tus sueños tenés que luchar por ellos pese al cansancio”.
Aunque de niño soñaba con ser médico, la vida lo llevó por otros caminos. Hoy, agradece no haber renunciado al periodismo, pues fue precisamente en el entorno digital donde encontró su verdadera vocación. Agradecido con su familia, en especial con su hermano Cristian, y con quienes lo siguen día a día, Yoel representa a una nueva generación de hondureños que se atreven a soñar en grande y a trabajar por cada uno de esos sueños.
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